A mí me parece deseable. Diría que atractiva. Estimulante. La muchacha del video, con volutas de carnalidades. Me parece una mujer ¿cómo decirlo?, acogedora, amparadora. Como una suerte de cálido lecho (pienso en un colchón de plumas) en el cual zambullirse y desaparecer en goces y arrullos. Siempre digo: son mujeres que, si dadoras, si de disposición festiva y afectuosa, si les gusta jugar y entregarse con ternura y afecto al juego recreativo de los cuerpos, funcionan como estufita, como una estufa en pleno inverno, entre la sábanas húmedas de frío. Un calefactor. Solo el frívolo/a, el desperdicio del boludo/a que nunca haya sufrido dormir solo y y sin una pierna de mujer cálida en la oscuridad del invierno puede negar o reírse de esto, o descalificarlo. Solo una dispendiosa de la conchudez intrascendente e insalubre. Y en verano, lo mismo, pero diferente. Un cuerpo de mujer voluptuoso con el cual embarrarse y sin embargo aferrarse en el intercambio resbaladizo de sudores y fragancias. Además, no hay Otra cosa que eso, o que esto. No hay. (AMÍLCAR MORETTI)
( Las «aclaraciones» precedentes van a cuenta de fijar mi posición frente a una serie de videos -con humor, por cierto- referida, al parecer, a la llegada del verano y al reclamo estacional y fugaz de reducir kilos que muchas mujeres -el sistema, en verdad- se plantean para exhibirse, ir a la playa o colocarse una malla de baño. Es, si no malinterpreto, como una suerte de curso acelerado para bajar kilaje en figuras que, no por necesidad, hayan de resultar ¿cómo decirlo? «obviables».)
LO PEOR DE TODO ES QUE MUCHAS MUJERES EN ESAS CIRCUNSTANCIAS, CUANDO SE LES PLANTEA LO QUE YO DIGO Y PIENSO AQUÍ, RESPONDEN CON UN ESCLAVIZANTE (PARA ELLAS) Y DENIGRATORIO PARA NOSOTROS (VARONES MASCULINOS): «¡LO QUE PASA ES QUE USTEDES SON UNOS BABOSOS!», «¡USTEDES ESTÁN SIEMPRE ALZADOS!», «¡UDS. AGARRAN CUALQUIER COSA!» o «¡A UDS. NO HACE FALTA MUCHO PARA CALENTARLOS!»