LO MEJOR ESTÁ POR VENIR
Escribe
AMÍLCAR MORETTI
Martes 13 de noviembre 2012, apenas pasadas 0 horas
Argentina.
Hubo de todo entre las 70 mil y 200 mil (?) personas que el pasado jueves 8 de noviembre se concentraron alrededor del Obelisco y calles adyacentes así como en otras zonas de Buenos Aires, algunos distritos cercanos y en pocas ciudades del interior, sin mayor repercusión en cuanto a efectividad política, aunque en este último aspecto quizás haya todavía que esperar un poco y ver qué significa y ha de significar -si realmente incide- en la historia argentina reciente.
Lo principal, desde afuera, es que hubo de todo y de todos, todas y todxs: en general se percibió una clima festivo, no sé si alegre pero sí con cierto espíritu de provisoria y pequeña vanidad satisfecha. Una especie de corso, una animación carnavalesca, paseandera en favor de un clima nocturnal de tibio a caluroso que animaba y acompañaba a salir a la calle a caminar y ver gente chistosa, entusiasmada de algún modo lavativo de sus rencores sociales.
Se vio de todo y mucho, bien variado, hasta algún aparente desocupado o moreno de bajos ingresos que aprovechó la algarabía y tacherío para salir y decir lo suyo a las cámaras de televisión que quisieran verlo y escucharlo. Por las fotos de M.A.F.I.A (Movimiento Argentino de Fotógrafos Independientes Autoconvocados), fueron más notorias las señoras de edad y algunos grupitos de veinteañeras. Muchas mujeres ya en la adultez tardía, sin ocupación, es probable, y de cómoda situación social o, al menos, sin grandes contratiempos. Muchas con rostros divertidos y hasta con rasgos de complicidad (?) con las cámaras o los posteriores videntes. Otras con gesto crispado por otras exteriorizaciones más plebeyas en el gobierno y en otros territorios sociales.
En general, gente bien vestida, con normalidad y sin ostentaciones, aunque claro, ruidosa dado que se trataba de un «cacerolazo». Todo distendido, bullanguero, con ciudadanos rodeados de seguridad espontánea y natural complacidos con su actitud, alborozada, a excepción de algunas exaltaciones de individuos siempre más lanzados. Mucho cartel también con inscripciones o eslóganes de muy diverso tipo, desde una denunciada generalidad en torno a la «corrupción», el costo en pesos del baño hecho construir por la Presidenta de la Nación, el reclamos de no ingreso de inmigrantes de países limítrofes (en general de alto mestizaje) sin capital o trabajo asegurado y sí en cambio la libertad para la entrada de los «probados» en su decencia y laboriosidad. Esto se vio mucho en señoras de madurez tardía y con evidencias de vida tranquila y sin obligaciones pesadas.
Alteraciones no se advirtieron, salvo las agresiones e insultos muchas veces inscriptos en improvisadas pancartas. Había júbilo. Se los vio en general como partícipes de una autosugerida gesta, muy ordenada por cierto, y sin consecuencias a la vista, según ya dije. No fue para volverse locos de algarabía pero funcionó bien la sociabilidad. Hubo chicas y señoras ya bronceadas y muchachos en bermudas que anticipan el veraneo en la playa, después de la lucha social previa a los verdaderos meses al calor. Todo tranquilo.
De cualquier modo, reitero, debe considerarse a este tipo de concentración un síntoma de algo que no está muy claro, una disconformidad difusa sin causas de vida o muerte pero que pueden originar, potencialmente, alguna alteración u obstáculo si crece. Cierto es que tuvo detrás la insistente campaña del principal y más poderoso grupo mediático de la Argentina. También lo es que ya se vivió algo parecido hace unos años con la concentración (hasta 150 mil personas, creo) por la «seguridad urbana» encabezada por el falso ingeniero Blumberg y el conflicto con las patronales del campo que derivaron en la reunión en Rosario de unos 200 mil ciudadanos. Todo duró poco pero en algún momento hizo dudar hasta por la estabilidad del gobierno al que aún se ataca pese a la reconstrucción que impulsa. Esa fugacidad tiene tanto que ver con un estrecho «malestar» de clase o grupo social como con la no encontrada estructuración de una fuerza política de derecha -democrática o, como muchos desean, autoritaria- que aglutine.
LO MEJOR ESTÁ POR VENIR
(The Best is Yet to Come)
Las siguientes imágenes sobre la concentración cacerolera de clase media llevada a cabo en la segunda semana de este mes en Buenos Aires pertenecen a los integrantes de la recién creada M.A.F.I.A, agrupación de fotógrafos que debutó con dicha ceremonia social de protesta:
Se pueden ver más fotos en M.A.F.I.A. :
http://mafiaargentina.wordpress.com/acerca-de/
(“M.A.F.I.A. es la sigla del Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs. Somos un grupo de personas que ante las intimidaciones sufridas trabajando decidieron organizarse y ponerle el cuerpo en conjunto a momentos del fotoperiodismo que pueden ser hostiles.”
«Con el 8N llegó el primer trabajo de este nuevo movimiento de fotógrafxs autoconvocadxs. Organizados y cuidándonos entre nosotros, salimos a cubrir varios de los puntos del cacerolazo en Buenos Aires.»
PROTESTA FESTIVA: «¡A VOS NO TE VA TAN MAL GORDITO!»
Amilcar Moretti 