¿Qué tiene Alternativa (Teatral) contra ERÓTICA DE LA CULTURA? ¿Cuál es su problema? ¿Qué cuestión tiene contra este espacio de mi autoría? Se lo he preguntado dos veces al encargado (ver fotos) de Alternativa (vía Telegram) y no contesta. Lee mis mensajes, hace notar que son vistos, pero no da respuesta.
¿Le he preguntado a Javier Acuña si se trata de una cuestión personal? No sé cual, pero puede hablarse. Ya sé que lo suyo es un negocio (1), un emprendimiento comercial y son públicas las contrataciones directas que le adjudican instituciones gubernamentales de la ciudad de Buenos Aires. Pero además de un negocio oficia de “bolsa de trabajo” para artistas o creadores del mundo del espectáculo. Allí es dónde entra ERÓTICA DE LA CULTURA, que contrata modelos para fotografía de desnudo. ERÓTICA DE LA CULTURA no es un emprendimiento comercial. Es una iniciativa autoral, de expresión. No cobro, pago. No obtengo ganancias.
Lo cierto es que a Acuña el tema del trabajo -mejor, desocupación- de los otros le importa un bledo. El inventor del sitio de «las artes y HUMANIDADES». Está en la suya. En ver como se acomoda para ganar más dinero o generar otra forma de ganar mucho más dinero. Y ya se sabe lo que alguna vez dijo el filósofo Barrionuevo: «La plata no se hace trabajando». Y Javier Acuña con su Fundación, ha confesado eso espantoso: que trabajen otros. Y el dinero para él. «Obra de arte tecnológica-económica». En suma, una porquería. (ver más abajo)
¿Puede escudarse en mi caso en una cuestión de “moralidad sexual”? No lo creo. Auspicia y publicita el espectáculo de Muscari. ¿Una cuestión de género o diversidad sexual? ¿Cuál? Hablemos. ¿De qué se trata? ¿Un tema político (soy peronista)? Hay que hablarlo. ¿No le doy ganancias? Tampoco se la dan a Alternativa la gran mayoría de los anunciantes en convocatorias y castings. ¿Entonces? ¿Será por ello que ha cambiado la carátula y ahora es “Fundación”? Imagino los aportes que recibirá (su “obra de arte”). Es obvio, la venta desde 2009 de tickets de al menos 50 salas porteñas ya en el 2016 no era suficiente, menos aún con el cierre de teatros por la pandemia. (3)
Y la pregunta que queda es: ¿Le pidieron que no publique mis convocatorias? Publicó muchas en los últimos ocho o nueve años y de pronto cesa de hacerlo y no da razones. ¿Así “hackea al sistema”? (2) ¿Será que de yoga, que -dicen- practica, solo hago algunas asanas? ¿Que no soy astrólogo, o informático, como se lo identifica? ¿Que carezco del “GPS de los espectadores teatrales”? (4)
¿O bien algo que me parece un espanto, para un tipo de la cultura? Cito: “tengo la presión de generar dinero”. Ya no hay más culpa alrededor del vil metal, sino incluso la sensación de que debería poder generar mucho más. Pero “no hay planificación en lo que yo hago. Si querés, es como estar alerta a cómo se va desarrollando, es por aquí o por allá”. Su deseo sería poder en algún momento llegar a una maquinaria más autónoma, que le exigiera menos esfuerzos hercúleos, quemarse menos. Dice “la máquina de hacer dinero” y sonríe, “algo tipo Facebook, que toda la gente te pone el contenido y que funcione solito, vos no tenés que hacer nada, laburan los demás”. Pero después, como si no pudiera con su genio, eleva otra vez la apuesta: “algo que sea una obra de arte tecnológico-económica”. (5)
Un tema personal. Y una orden patronal. Y tal vez de círculo en materia de “género”. Y que el yoga y la astrología así como el teatro (actor) no son antagonistas de la acumulación de dinero.
(2) (4) https://emprendecultura.net/2014/03/javier-acuna-hackear-el-sistema/
(3) https://www.clarin.com/espectaculos/teatro/balance_2016-teatro-buenos_aires_0_H1veImjmx.html