Ese estúpido vínculo de Desprecio a la Dña. Muerte Covid. Escribe AMILCAR MORETTI

             «No todos los países del mundo construyen las mismas concepciones respecto de sus fallecidos como fruto de la pandemia. Sin ir tan lejos, en Brasil, estudios antropológicos y sociológicos, de una manera empírica, demuestran el desinterés que se forjó en algunos grupos de la sociedad respecto con las víctimas del virus.
            “En Argentina no se generaron esos grados de naturalización, en parte porque no se produjeron escenas de la naturaleza que caracterizaron a Brasil. Los cuerpos no se apilaron en las morgues de los hospitales porque el sistema de salud, tras prepararse, no colapsó”, expresa Ariel Wilkis  (investigador del CONICET y autoridad en la Universidad Nacional de San Martín).

               «Luego continúa: “Precisamente uno de los éxitos de este gobierno es haber reconstituido el sistema sanitario, de manera que se eviten que se apilen fallecidos frente a los hospitales. Esa ausencia de una escena terrible, paradójicamente, habilita una postura pública de mayor indiferencia”. De este modo, la ausencia o la presencia de ese escenario marca un tipo de vínculo con la muerte y con los peligros que la pandemia acarrea». (1)

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(Imagen tomada de revista RealPolitik)

Escribe
AMILCAR MORETTI

   
¿Cuál es el vínculo que el argentino ha establecido con la muerte? ¿Cómo es y cuáles son las características de ese vínculo entre la Doña Muerte y el argentino urbano medio? Argentina es un país que, en comparación con otros más poderosos, ha llevado las consecuencias trágicas del tsunami Covid-19 con discreta letalidad, hasta hoy, hasta ayer, anteayer. Dos millones y medio de infectados y 57 mil muertos. Por estas horas vamos por los 25 mil contagiados diarios.

       A ver: Estados Unidos se acerca a los 600 mil muertos y pasó los 30 millones de afectados. Aquí cerquita, Brasil ya va para los 400 mil muertos y rumbo a los 14 millones de infectados. Más lejos, India, en cifras de desastre parece mejor ubicada: la milenaria nación con 13 millones de afectados cuenta 170 mil muertos. En India son 1.400 millones de habitantes, en Estados Unidos 330 millones y en Brasil 215 millones.

        La (aún) «discreta letalidad» del SARS-CoV-2 entre los 45 millones de argentinos tiene directa relación con las medidas sanitarias y sociales tomadas por el actual gobierno, peronista. Peronista. Para Argentina es clave si la Covid-19 llega aquí -algo irremediable- a una comunidad de concepción peronista o a otra, hoy la opuesta, macrista, por así llamarla. Supongamos por un momento, en abstracto y operativamente, que el «macrismo» es una filosofía, una «weltanschauung» de la «argentinidad» y de allí al mundo. Supongamos. ¿Cuál sería una de las ideas fuerza de la «filosofía macrista»? «Que se muera el que se tenga que morir» por la peste. O sea, se preguntaría esta concepción, ¿por qué habría que asistir o vacunar a las víctimas? La enfermedad es «su» problema, y no concierne a la comunidad y menos a las autoridades de gobierno. En todo caso la Covid-19 es un «problema» del infectado: en suma, «Que se compre la vacuna, si tiene dinero».

           Aquí, en Argentina, desde 1945, (hoy) la «cuestión» es peronismo o «macrismo» (por así llamar a un conjunto de ¿valores? que odio suene como tendencia derivada del apellido de un ex presidente, a quien siempre evité nombrar, lejos de mí cualquier intención de afrenta (o elogio).             En esa polaridad transitoria (es probable que el movimiento de Perón 1945 persista y el «macrismo», al menos con esa denominación, no), en esa polaridad estructural, una polaridad nacional y también regional, habremos de ver después cómo nos insertamos en el mundo todo, es decir, el llamado «re-inicio» de un nuevo ordenamiento estratégico planetario. Todo puede ser, y los nubarrones -oscuros, claro- no pueden dejar de advertirse.


¿Cuál y cómo es el vínculo con la muerte Covid-19 del argentino urbano promedio? Si le preguntamos Feinmann (J.P.) detallará el inicio en «El matadero», «Facundo», el genocidio de Roca, la Semana Trágica, el bombardeo a Plaza de Mayo al mediodía, los 30 mil desaparecidos. Todo cierto. Pero no creo en esa ontología esencial necrófila y necrófraga como cualidad única e inimitable, irrepetible de lo «argentino». Basta mirar la historia de los Estados Unidos para darse cuenta que la idea de Muerte, aquí junto a la de Predestinación y Biblia evangélica tiene un peso abrumador que supera largamente en violencia a Argentina, y que, inclusive, es una violencia constitutiva de la nación estadounidense, junto al fetiche-pasión por las armas y Dios y las barras y estrellas. Otro ejemplo: de nuevo más cerca, Brasil, con su larga historia de esclavitud. Pueden citarse numerosos países con una pulsión de muerte -por involucrar a Freud- traducida en cíclicas matanzas, hambrunas, guerras santas y genocidios, para empezar, nada más, Alemania, Italia, España.

         ¿Y los argentinos y su construcción de la noción Muerte Covid? Anteanoche caminé por algunas calles de mi ciudad de 800 mil habitantes y a tres cuadras de la avenida céntrica observé numerosos bares, restaurantes y locales de bebida con cientos de personas en animadas conversaciones, a razón de cinco o seis por mesa, al aire libre o en interiores, todas, todas, casi todas, sin barbijo ni distancia de dos metros. Eran cientos, comiendo y bebiendo cerveza. Una ciudad que al escribir esto anunciaba casi mil casos nuevos de infectados con 15 muertos en 24 horas. Una ciudad que desde el inicio de la peste registra 40 mil infectados, 10 mil de ellos activos y más de mil muertos. Y el temor a que los centros sanitarios colapsen, que se colmen sus instalaciones y no puedan atender como es debido a los infectados.

      Aclaré lo de Feinmann en torno a cierta necrofilia típica y diferenciadora de los argentinos, porque ello no niega que ha brotado hoy un fenómeno y proceso extraño, pero no sólo en Argentina, consistente en una especie de indiferencia o coqueteo con la Doña Muerte, subestimándola. Una suerte de insólito, estúpido y peligroso Desprecio. Una indiferencia que de algún modo dice, entre otras cosas, me importa un carajo el otro y, en el fondo, no me importo demasiado (yo mismo) ya que lo que vale es únicamente este instante, y el mañana no se sabe ni se ve claro y los «políticos son todos iguales», pero si me enfermo atiéndanme a mí y el otro no sé o que se las arregle. Algo del orden de esa clase de personas que se toman dos litros de alcohol, conducen un auto a 150 por hora por una avenida, atropellan y asesinan a dos o tres vecinos, entre ellos niños, y se dan a la fuga. Después, «aparecen», «arrepentidos», y  tal vez liguen alguna prisión preventiva, o no, porque en general van a continuar en la conducción de sus nuevos autos.


            ¿Necrofilia? ¿Necrofagia? Pienso en mercado, en libre mercado. El humano mercadería. Si está en el mercado, circula y tiene un valor-precio monetario-prestigio, entonces es un ente, una cosa que puedo consumir o no. Si lo consumo, después tiro los restos. Si no lo consumo, lo saco de mercado. Lo descarto. Bergoglio habla de la cultura del descarte. El humano como Descarte. También se habla de la cultura de la cancelación: Te cancelo. Te cierro y bloqueo el whattsapp o la mirada porque no me servís para nada o no me interesás (no me sos conveniente), no vendés nada que pueda o me interese adquirir y, en verdad, me importa nada, y si me duele o siento vacío me tomo dos botellas de cerveza artesanal, esnifeo, porreo o me como un choripán mientras juego al fútbol y el Covid es asunto de otros. Es decir, puede tocarme, pero no, sencillamente porque a mí no, sino, mejor al otro. Ojalá que al otro. O si no, me voy de viaje juvenil al sur o a alguna playa
brasileña o a Europa, si es que puedo volver con todo pago.

(1) https://www.pagina12.com.ar/334257-coronavirus-sin-consenso-para-las-restricciones-en-medio-de-

Autor: Amilcar Moretti

AMILCAR MORETTI: Escritor, periodista y fotógrafo Sitio web central: ERÓTICA DE LA CULTURA www.moretticulturaeros.com.ar Desde el 2010. Buenos Aires. Mi mail: amilcarmoretti@hotmail.com Escritor de periodismo y fotógrafo de desnudo femenino en situación cotidiana.Crítico de cultura, cine, arte y sociología de lo cotidiano durante cuatro décadas en el diario EL DIA (www.eldia.com) de la Argentina. Creador en el 2010, autor y titular del sitio ERÓTICA DE LA CULTURA magacine de cultura, erótica y política. Blog complementario: htpps://amilcarmoretti.wordpress.com AMILCAR MORETTI Writer, journalist and photographer Central website: EROTICA OF CULTURE www.moretticulturaeros.com.ar Since 2010. Buenos Aires. Mail: amilcarmoretti@hotmail.com Journalism writer. Female nude photographer in an everyday situation. Critic of culture, cinema, art and sociology of the everyday for four decades in the newspaper EL DIA (www.eldia.com) of Argentina. Creator in 2010, author and owner of the site ERÓTICA DE LA CULTURA magazine of culture, erotic and politics. Complementary blog: htpps://amilcarmoretti.wordpress.com

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