Quiere que la miremos chuparse el dedo. Su deleite está en que la miremos. Se chupa el dedo para hacer suponer que chuparía otras cosas, otros dedos, otras prolongaciones, otros miembros del cuerpo. No es precisa, pero lo sugiere. Es sexual, pero es alimentario, nutricio, goloso. Más que lujuria es gula. Ella hace orgasmos o placeres comiendo dulces. No coge, no tiene sexo. Come. Muy de estos años.
Escribe
AMILCAR MORETTI
«Esposa, Bruja, Envenenadora, Puta». En principio, se chupa el dedo. La Lady se chupa el dedo. En idioma español de Castilla, en Argentina, chuparse el dedo alude no solo a introducir en la boca un dedo, saborearlo y luego sacarlo de la boca. Significa también ver las realidad, darse cuenta de lo que sucede y hacerse el distraído, el tonto. Eso hace la Lady, chuparse el dedo mientras nos observa a nosotros, sentada en la gran mesa de manjares del palacio. Quiere que la miremos chuparse el dedo. Su deleite está en que la miremos. Se chupa el dedo para hacer suponer que chuparía otras cosas, otros dedos, otras prolongaciones, otros miembros del cuerpo. No es precisa, pero lo sugiere. Es sexual, pero es alimentario, nutricio, goloso. Más que lujuria es gula. Ella hace orgasmos o placeres comiendo dulces. No coge, no tiene sexo. Come. Muy de estos años. Engorda no porque tiene sexo (reproductivo) sino porque come muchos dulces y postres. Es una frígida lujuriosa. Cabría que pruebe en el lecho que es igualmente voluptuosa. Tengo mis dudas. Quien tanto come y saborea dulces tiene pesadez gástrica en el lecho amatorio. No confío en ella. Además, el Requiem de Mozart. Ella levanta un velo negro de su rostro. Se descubre. Se muestra, estaba oculta sin que la veamos oculta. Ella ha de morir comiendo, no cogiendo. Para mí, es una lástima. Vino al mundo a comer y gozar comiendo dulces. La gula. Mientras espera que, al mirarla nosotros, y ella nos mira, nosotros nos masturbemos. Es ella la que se masturba en la mesa de dulces saboreando postres y granadas.
