Si yo dejo de ser toda mi memoria deja de ser. Sí, pienso: Entre el dolor y la nada elijo el dolor.
VIERNES 2 DE JUNIO DEL 2017
8,15 hs.
Desperté a las 8 para la dosis regular de un medicamento recetado. Dormité.
10 hs.
Dejé la cama a las 10. Llamé a Julia y le recordé que la quería mucho. Que la quiero mucho.
Le dije que desde hace dos años lloro todos los días. Me dijo que yo ya debía estar en paz. Le dije que iba a seguir en la lucha, y que cuando se me fueran las ganas, me muero.
Aunque triste me puse en acción con decisión y planes para hacer y seguir. El que me quiera seguir, que me siga. (Quien quiera oír, que oiga). Evita-Perón.
Habrá más penas y olvidos.
Después, qué importa del después. Que me cremen. Me tapará el polvo y el olvido (a todos). Que no avisen a nadie, ya le he dicho a Cristina, si me toca antes.
No quiero que se entere nadie que ya no estaré, cuando ya no esté.
“Macbeth” (Shakespeare) y Faulkner (“Las palmeras salvajes”). La vida es una condena a fugacidad, fugaz, y todo ese ruido y furia, sonido y furia.
Entre la nada y la furia, elijo la furia.
(Faulkner. ¿Y Camus?)
“Entre la Nada y el Dolor, elijo el Dolor”.
siempre bello leerlo amilcar…y agridulce.Tanta sensibilidad,inteligencia,consciencia ,y claro….x ende dolor.Me recuerda el monologo final de blade runner,con rutger…y tantas otras cosas.
Tome un curso sobre “como mirar un filme”con ud. por el año 87/88si mal no recuerdo..yo era adolescente,fue tannn revelador para mi!!
Claro no habia celulares y el mundo era mucho mas pequeño,con lo cual se convertia en infinito!!!!!
Todo o casi todo,buena parte,debiamos imaginarla.
Con profuda admiracion.!!
Saludos cordiales!!
pd:deberia pensar seriamente volver a dictar curso similar!!!!
Me gustaMe gusta
Gracias, Raquel. El monólogo del cyborg que se ha convertido en humano cuando, por infortunio, los humanos ya no lo son, intervenidos por la llamada ciencia (neo-tecnologías). Sí,algo de eso siento. Tengo la desacomodada costumbre de hablar como leo, y entonces cada vez que hablo doy conferencias. En lugar de hablar, disertar. En general, casi todos hoy tienen poca tolerancia de escucha. No se escucha, no se lee, no se escribe. Todo lo que dure más de minuto y medio se convierte en insoportable. Una situación cómica: suelo no hablar, no comentar mucho en mi vida de relación “social”. Pero a veces emiten alguna opinión, o me preguntan y entonces es cuando “diserto”. A los cinco minutos advierto que estoy solo y que todos se han excusado para irse. Ahora aprovecho esa habilidad para espantar indiseables o inoportunos y, cada vez que me encuentro con alguien con quien no quiero encontrarme, utilizo el recurso de hablar seriamente, de hablar como leo. Y el indeseable se va. Y quedo solo, riéndome para mis adentros, mirando lo que me atrae y pensando en lo que me interesa como reflexión.
Gracias, otra vez.
Amilcar
Me gustaMe gusta