
«LA BELLE DAME SANS REGRETS», tema bossa de Sting y The Police en 1996, del álbum «Mercury Falling». Destaca su guitarrista histórico Dominic Miller.
La belle dame sans regrets
Música y Letra: Sting y Dominic Miller
1996
Dansons tu dis
Et moi, je suis
Mes pas sont gauches
Mes pieds tu fauches
Je crains les sots
Je cherche en vain les mots
Pour m’expliquer ta vie, alors
Tu mens, ma Soeur
Tu brises mon coeur
Je pense, tu sais
Erreurs, jamais
J’écoute, tu parles
Je ne comprends pas bien
La belle dame sans regrets
Je pleure, tu ris
Je chante, tu cries
Tu sèmes les graines
D’un mauvais chêne
Mon blé s’envole
Tu en a ras le bol
J’attends, toujours
Mes cris sont sourds
Tu mens, ma Soeur
Tu brises mon coeur
Je pense, tu sais
Erreurs, jamais
J’écoute, tu parles
Je ne comprends pas bien
La belle dame sans regrets
Fuente: Quedeletras.com
LA BELLA DAMA NO SE ARREPIENTE
Baila, dices
Y yo, yo estoy
Mis pasos se quedan
Mis pies se cortan
Temo la tontería
Busco en vano las palabras
Para explicar tu vida, entonces
Mientes, hermana
Rompes mi corazón
Creo, ya sabes
Errores, nunca,
Escucho, hablas
No entiendo bien
La bella dama no se arrepiente
Yo lloro, tu ríes
Yo canto, tu gritas
Siembras las semillas
De un roble malo
Mi trigo vuela
Has llenado el cántaro
Yo espero, siempre
Mis gritos sordos
Mientes, hermana
Me rompes el corazón
Creo, ya sabes
Errores, nunca,
escucho, hablas
No comprendo bien
La bella dama no se arrepiente…


Mariana Suppicich, actriz, bailarina, es una de las muchachas más bellas y que con mayor entusiasmo y emotividad se han prestado a ser modelo de mis imágenes de desnudo. La última vez en marzo del año pasado, y cientos y cientos de fotos tomadas en esa oportunidad y con anterioridad permanecen en mi archivo sin ser vistas, desconocidas para mí. Permanecen inéditas, de modo injusto. Yo me siento siempre agradecido de haberla conocido aunque sea un poco y trabajar en tres ocasiones con esta chica -Mujer- a la que considero de una integridad digna de tener en cuenta. Acaso un tanto ingenua en su comprensión de la belleza humana, del cuerpo de mujer, haya sido víctima propicia del prejuicio, la hipocresía, la fealdad, la envidia, la frigidez y la impotencia, así como de lo más rancio de los valores y pensamientos. Eso, en Buenos Aires Ciudad, que siempre se apreció a sí misma como la ciudad de mayor amplitud mental en Argentina. La inocencia de Mariana, por quien mantengo los mismos aprecio y querer de siempre pese a nuestra lejanía y distancia en espacio y tiempo, me hace pensar -por mi cuenta y responsabilidad- que la moral cacerolera porteña no sólo puede privar del trabajo a una persona honesta, inteligente, talentosa y sensible sino que es nido en que empollan y del cual siempre amenazan salir los peores odios y resentimientos de una parte apreciable de nuestra sociedad. El quiebre que introdujo de modo intencional y planificado la matanza colectiva del terrorismo de Estado (con nuestros 30 mil desaparecidos) y los años envilecedores de la civilidad de la década cavallo-menemista, tiene aún nichos de odio de clase social y rencor antidemocrático conservador autoritario, que de no mantenerse en el marco del actual modelo democrático, popular y republicano, va a generar de nuevo una destrucción retrógada en la cual muchos inocentes serán convertidos en simples mercancías o material descartable y en desuso. Y no deseo agregar aquí de modo inoportuno la mención a la (seguramente deseada) repetición de sucesos trágicos y de grave injuria a la condición humana ya vividos en Argentina. Todo esto, repito, va por mi cuenta, y nada sabe Mariana, a la que pienso y recuerdo como lo que siempre fue mientras traté con ella: una pequeña Bella Dama sin Remordimientos en razón de su inocencia e intensa emotividad. (AMILCAR MORETTI)
AMILCAR MORETTI, 24 de abril 2013. Madrugada. Argentina.