
La licencia para matar de Obama ideada de
George Bush se vuelve ahora contra él (1)
7 febrero, 2013
(fragmentos de la nota publicada en el blog informativo Lukor.com)
“La oficina legal de la Casa Blanca ha establecido que no es contrario a la ley matar a un ciudadano norteamericano en el extranjero “si un alto cargo del Gobierno” asegura que el objetivo a batir es una figura de Al Qaeda que supone “una amenaza inminente de ataque contra Estados Unidos…”
«…y su captura no es posible. Y, a través de su portavoz, Jay Carney, declaró, a preguntas de los periodistas, que “el presidente tiene mucho cuidado a la hora de conducir la guerra contra el terrorismo de acuerdo con la Constitución y las leyes”.
“Un memorandum del Departamento de Justicia se extiende sobre el concepto de “ataque inminente” y afirma que el Gobierno no necesita pruebas concretas de una conspiración ya que los líderes terroristas de Al Qaeda planean ataques de forma continuada contra EE. UU. “…y los ejecutará siempre y cuando les sea posible”. Así cree explicar sin pruebas el concepto de “inminente”.”
“El diario The New York Times publicó (…) en portada una información en la que destacaba que los ataques de Obama está usando el juego sucio y peligroso de poder y fuerza en las relaciones internacionales poniéndose en peligro él personalmente y el frágil equilibrio de la paz mundial.»
«Obama está empleando fuerzas selectas, tanto militares como de inteligencia, para librar una guerra secreta en varios frentes con la colaboración y en coordinación con países aliados de EE. UU.”
“Un documento del grupo de defensa de los derechos humanos Iniciativa de “Justicia de la Sociedad Abierta” (OSJI), asegura que…
… al menos 54 países colaboran “activamente” con el programa secreto de detenciones ilegales de supuestos terroristas desarrollado por la CIA tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.»
«El informe consta de más de 200 páginas y expone que la Administración de George W. Bush abrazó el “lado oscuro” para combatir el terrorismo internacional. Según el estudio, la Administración republicana autorizó numerosas violaciones de los derechos humanos sin preocuparse por respetar las leyes norteamericanas ni las internacionales.”
“Las listas de la muerte de Obama (ejecuciones de terroristas sospechosos) se parecen mucho a las de Himmler o Franco”
“En particular, el presidente norteamericano aprueba personalmente la muerte de presuntos terroristas de Al Qaeda o guerrilleros talibanes cuyos nombres aparecen en una lista de la muerte y que terminan siendo volados en pedazos por los misiles y bombas de los aviones no tripulados. Pero esos ataques con drones son, por primera vez, motivo de “escrutinio público”. En ese mismo artículo se incluía la noticia de que Estados Unidos dispone de una base para ese tipo de aparatos en Arabia Saudí.”
“Brennan, hasta ahora responsable de la política antiterrorista del presidente y el encargado de elaborar las “listas de la muerte”, las ejecuciones selectivas, que Obama, posteriormente aprueba de un plumazo y sólo con verlas por encima-como Himmler o Franco- se ve obligado a dar más detalles sobre esa práctica, tema vedado protegido como secreto de estado hasta que el propio Brennan lo desveló su existencia hace pocos meses.”
“Que esa política es peligrosa para la persona humana se demostró en septiembre 2011 cuando en Yemen un drone realizó un ataque contra el clérigo musulmán Anwar Al Aulaki nacido en EE UU y perteneciente a Al Qaeda. En el ataque, además de Aulaki, murieron otros tres norteamericanos, incluido el hijo de 16 años del clérigo.”
“Las dos preguntas que han llegado a continuación en la sala de prensa de la Casa Blanca dejaron prácticamente sin habla a Jay Carney, quien ha justificado siempre el “juego limpio” de Obama… “el hijo de 16 años de Aulaki muerto por un drone, ¿era también un terrorista que suponía un peligro inminente?”. “Para un presidente que se opone a la tortura y considera tal el waterboarding, ¿no es una violación de los derechos humanos matar a un ciudadano americano sin juicio?”
“Un grupo de 11 senadores pidió por carta a Obama a principios de la semana pasada —antes de que se filtrara la información obtenida por NBC— que revelase los supuestos bajo los que se aprueban los ataques con aviones no tripulados cuando se trata de ciudadanos norteamericanos. La carta suponía la más dura advertencia hecha hasta la fecha contra esa estrategia.”
“Obama y el artífice de las ejecuciones sumarias y jefe de la CIA John Brennan están en la cuerda floja. El contraterrorismo estilo George Bush está en cuarentena y con él la credibilidad del presidente.”
“El duro Brennan y la CIA misma han perdido la impunidad, según parece, al seguir ciegamente las órdenes del nuevo Obama 007.”
(1) Aclaración del autor del Blog: hace tiempo atrás que se conoce de modo público que -con la «razón» de la lucha contra el «terrorismo internacional»- en Estados Unidos no es un delito hacer espionaje sobre la propia población o cualquier habitante o gobierno del mundo. Peor aún, no son tampoco delitos -si así lo indican los organismos de inteligencia de los Departamentos de Estado y/o Defensa- detener personas sin cargos específicos, allanar sus domicilios sin orden judicial, detenerlos por tiempo indeterminado, negarles asistencia jurídica, no rendir cuenta alguna de estos procedimientos, mantenerlos en secreto y clandestinidad, torturar y… aplicarles pena de muerte sin proceso alguno. Funcionarios anónimos y de servicios secretos, no obligados a dar a conocer su identidad ni las pruebas de sus acusaciones, pueden sugerir que el prisionero pase a integrar las llamadas «listas de la muerte». Previa autorización del titular de la Casa Blanca, se lo ejecuta y pasa a formar secreto de Estado.
Todos los analistas e investigadores académicos serios y decentes, muchos de derecha o conservadores extremos, reconocen la ilegitimidad e «ilegalidad» de esta normativa de sanción y muerte. Admiten que es absolutamente anticonstitucional y que lesiona las mínimas garantías y derechos de cualquier persona, aún culpable de los cargos de los que se lo acusa.
Más allá de ello, cabe señalar también varios aspectos centrales en el caso de la muerte por cáncer de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Los representantes del Partido Republicano en ambas Cámaras consideraron siempre un dictador a Chávez. No tenían ni tienen ninguna simpatía por él, su gobierno y su movimiento popular. No hubieran siquiera pestañeado si Chávez hubiera sido asesinado en un atentado público. Al contrario, varios han celebrado su muerte en declaraciones públicas.
Que la normativa secreta (o semisecreta) que autoriza a Estados Unidos a asesinar a cualquier persona en cualquier lugar del mundo sea usada por la oposición de derecha como un instrumento para atacar al presidente Obama parece más oportunismo político que una decisión democrático-humanitaria. Cabe suponer que Obama, por lo que suele declarar en público y por su formación, «atempera» o «modera» las llamadas «listas de la muerte». Quiero decir que los representantes y senadores Republicanos, por formación ideológica y ubicación política y de clase social en el sistema político-económico, cumplirán con mayor decisión con toda la normativa de «antiterrorismo», concepto abstracto y diluído en el cual puede ingresar cualquier ser humano y puede significar casi cualquier cosa, sin límites precisos. Llegado el caso, cualquier ciudadano puede ser acusado de terrorista o subversivo, o peligroso para el Estado o los Estados Unidos. Este tipo de normativa parajurídica fue ideada por los republicanos en la gestión de Bush.
En otros aspectos del mismo ordenamiento, casi todas las denuncias hechas por organismos norteamericanos de derechos humanos y civiles y asociaciones de juristas y pacifistas, refieren en general a lo conocido ya públicamente: atentados convencionales, uso de aviones sin piloto (drones), espionaje, ayuda económica a organizaciones políticas o fondos de dinero a organizaciones armadas clandestinas, y a la llamada guerra digital, hoy fundamental. Poco se plantea en cambio sobre otras formas bélicas, militares o de exterminio y asesinato: por ejemplo, las investigaciones bio-genéticas y neuronales y los efectos de ciertos procesos «científico-tecnológicos» experimentados en la atmósfera y en el medio ambiente, tanto a largo y mediano plazos como en lo inmediato. En Internet abundan las denuncias o revelaciones no escuchadas sobre los cambios que en la naturaleza y el humano producen o pueden generar procedimientos y productos de grandes y sofisticados laboratorios (Monsanto es siempre la empresa más mencionada, y conocida) sin que casi nadie tenga demasiada información y conciencia. Estos grandes laboratorios no trabajan para el Estado norteamericano: son una y la misma cosa con el Estado. Y son mantenidos con el aporte de los ciudadanos, también de aquellos que pueden ser sus potenciales víctimas.
AMÍLCAR MORETTI, madrugada del jueves 7 de marzo del 2013. Argentina.

Es lamentable,que hoy en pleno siglo XXI exista esta normativa del imperio,que por el solo hecho de ser considerado un individuo en cualquier lugar del mundo,un subversivo o terrorista,sea detenido,torturado y ejecutado sin juicio previo,y que nadie se entere de nada solo porque también pasa a ser secreto de estado.Esto es una falta total de seguridad,porque en caso de que la operación no sea limpia,o sea falle algo al ejecutarse,como ser abortada la operación de secuestro,y al individuo se lo asesine,pasaría a engrosar las estadísticas de inseguridad,que la oligarquía muchas veces se vale de ella para criticar a los gobiernos populares.¿Nos estará,EEUU,asesinando a los lideres populares de Américalatina?
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