El barroco como estilo funciona por acumulación, no por sustracción. Objetos acumulados en un escenario y alrededor de una figura, un personaje. Si mujer, desnuda. Rubens, lo clásico, sabido. Aquí son intentos, del 2013, renovados siete años hacia el futuro. Dorca, una de las modelos con la que más he sesionado por años, es la mujer perfecta para el barroco. No por nada viene de Colombia y toda esa zona en la que brilló el barroco hispanoamericano colonial como estilo. Claro, en este caso elijo lo hedónico del cuerpo sensual de mujer y no el goce del dolor cristiano.
AMILCAR MORETTI

Modelo: DORCA M. Colombiana de Barranquilla, caribe antillano al Atlántico. Buenos Aires.
Y el barroco hispanoamericano trabajó las sombras y blancuras en color, lo mortuorio adolorido de la pasión cristiana no se presentó en «black and white» sino, obviamente, en color. Solo que los rosados carnales mujeriles del barroco francés al ingresar a España fueron convertidos en colores lúgubres, ennnegrecidos e iluminados, para eludir el hedonismo de los cuerpos desnudos y trabajar la desnudez en la instancia del dolor para la salvación. Igual, el barroco hispanoamericano colonial convirtió el sufrimiento de la Pasión cristiana en una forma de la sensualidad, algo que ya se nota en el centro del decadente imperio español de fines siglo 18 y comienzos del 19.
AMILCAR MORETTI

Originales sin procesar del 13 de febrero del 2013. Composición reeditada en junio del 2020. En La Plata, al sur de Buenos Aires ciudad (a 60 kms.).