«Desde luego, algo pasa para que los occidentales ya no consigan acostarse juntos; quizás tenga algo que ver con el narcisismo, con el individualismo, con el culto al rendimiento, poco importa. El caso es que a partir de los veinticinco o treinta años a la gente no le resultan nada fáciles los encuentros sexuales nuevos; y sin embargo siguen necesitándolos , es una necesidad que se desvanece muy despacio. Así que se pasan treinta años de su vida, casi toda su edad adulta, en un estado de carencia permanente.»
(MICHEL HOUELLEBECQ, en página 203 de su novela «Plataforma», del 2001, reeditada por Editorial La Página en diciembre del 2012 sobre la primera traducción al castellano de Anagrama en el 2002. Parte de la crítica internacional y de su país considera a Houllebecq el escritor más saliente después de Jean Paul Sartre. No estoy muy seguro que sea así, en todo caso parece ser el más polémico tras la muerte del filósofo, novelista y dramaturgo. Los autores de solapas coinciden en cambio en definirlo por su «cinismo erótico». «Su provocadora visión del cinismo erótico de la sociedad de consumo», repiten una y otra vez.)
Martes 29 de enero 2013. Recién comienza la noche del martes. Ya casi se ha pasado el primer mes del año.

Las creencias religiosas tienen mucho que ver en esta situaciòn, como en tantas otras. La catòlica es la que màs conozco y es absolutamente hipòcrita. La virgen Marìa sólo tuvo relaciones con el Espìritu Santo y pudo engendrar a Jesús misteriosamente..
El concepto es ridìculo, absurdo, pero tambièn dañino, enfermando a generaciones, hasta nuestros dìas y quièn sabe hasta cuando…
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