(Todo) escrito por
AMÍLCAR MORETTI
(entre el 15 y esta madrugada de 20 diciembre)
Sí, lo sé, puede ser una infidencia. Pero, se sabe, los periodistas y los escritores (los periodistas, además somos escritores) solemos aprovechar la revelación no autorizada, aunque casi siempre a medias combinada con la imaginación. La literatura es una gran infidente, ¿por qué?, porque habla de todos nosotros. La buena literatura, claro. Digo esto para publicar esta madrugada una carta-mail que hace tres días le envié a una muchacha de Francia que me escribió para que yo registre con ella fotos suyas en situación de desnudez.
Esta muchacha tiene nombres franceses, por supuesto: Aurélie-Ondine. Viene a Buenos Aires para completar una tesis universitaria -es graduada en literatura- sobre tango y literatura y cine, o cómo el tango ha incidido en la cinematografía y la literatura. Además, Aurélie-Ondine es modelo vivo, es decir, modelo de desnudo para pintores y fotógrafos. Ha trabajado con Lallemand, un fotógrafo francés de estilo peculiar dedicado a reproducir en fotografía, hasta el detalle mínimo, las grandes pinturas de desnudo femenino de la historia del arte. No sé cómo categorizar la expresión de Lallemand (se lo encuentra en Google). Lo suyo es una especie de hiperrealismo. Sus fotos en las que «imita» pinturas de los más destacados maestros terminan por ser más «veraces» o «verosímiles» que los propios originales al óleo. Además, hay algo surreal y fantasmal, mejor, mágico, de ensoñación en ese artificio en que una «copia» trata de ser más verdadera que el original real.
Lo cierto es que Aurélie-Ondine me escribe para postularse como mi modelo de desnudo. Dice que ha repasado mi Blog Erótica de la Cultura y que le gusta el trabajo fotográfico que hago. Ella es amante del tango y bailarina de su música. Le fascina Buenos Aires. Su ebullición cultural que se autorreproduce con dos pesos y pulmón, algo único en el mundo. La ha subyugado el mundo del tango y sus tanguerías , abrazos, sonidos y firuletes. Toda la mística nocturnal, nostalgiosa y melancólica, inmensamente viva, que contiene y renueva sin morir la sensualidad bien carnal de lo tanguero.
Yo suelo escribir mails como si fueran cartas. Escribo ensayos. En la prensa escrita, en el diario en que siempre trabajé, ya saben que soy «larguero», que me piden 50 «líneas» y escribo 120, o mejor, me reclaman 1.200 caracteres y me voy sin darme cuenta hasta los 3 mil o 4 mil. Cien veces me han dicho que no lo haga y mil veces he prometido adaptarme. Lo hago, me controlo, pero al poco tiempo me voy de nuevo en larguras. Los muchachos y chicas del diario me perdonan, me disculpan, se ven en malabares para meter un texto en una página que ya está diagramada para que yo escriba la mitad. Los fastidio, se molestan, con razón. Pero me dan licencia, al final, para hacerlo. Como a un viejo malcriado. En una ocasión la nota fue y vino cinco o seis veces y no había caso, no cabía, «se iba» a la miércoles, a pesar de que le quitaba partes. Al final, cupo. Con toda la razón, de la serie de tres que había escrito me autorizaron una, con piedad digo, o porque les gané por cansancio. La nota «entró» pero igual era más larga de lo calculado.
Bueno: resumo. Aurélie-Ondine me pidió que le contara de la Argentina, del tango, de nuestra cultura. O empecé yo a hablarle (escribirle para contarle lo que veo, lo que pienso). Se me ocurrió mencionarle «el nuevo occidente» (una teoría en camino desde hace años) y resulta que, como era la primera vez que escuchaba tal cosa, me reclamó que le ampliara. Y ahí fue que le empecé a «explicar». En fin, que le escribí un mail de 300 líneas o algo así, pero comenzar a templar el asunto, que apenas rocé. Es que explicar a la Argentina no es fácil, y menos a los argentinos. ¿Cómo explicarle a una francesita que desde hace unos años un montón de argentinos caceroleros suelen escupir y mear para arriba y contra el viento, sin darse cuenta ni estar enterado lo que son hoy Europa y Estados Unidos, ese primer mundo en que decían que estábamos Cavallo-Menem. ¿Remember?
Aquí la carta (disculpas Aurélie-Ondine, quien, aclaro, tiene pareja argentina:
«Aurélie-Ondine., hola.
«El varón argentino no ha de abandonarte.
«Si te invitó aquí, ha de permanecer a tu lado.
«Además, el tango («Madame Ivonne») no habla de abandono. No dice la razón de la soledad de Ivonne. Se presume que alguna vicisitud amarga de la vida. Hace suponer que es la inclemencia del paso del tiempo, que todo lo destruye.
«Así que, disculpa, francesita. No quise entristecerte.
«Tú no eres “franchuta” sino francesita. Francesita Apasionada (Leslie Caron en París como protegida por Fred Astaire en la película “Papaíto piernas largas”). ¿Conoces? Años 50 del siglo pasado. Simpático musical de Hollywood. Leslie Caron (la real) escapó de Hollywood y se radicó en París, donde –creo- aún vive. ¿Ubicas a Leslie Caron? Si buscas en Youtube lo encuentras al film.
«No creas que la mitología tanguera y el lunfardo funcionan en toda la Argentina. Argentina no es únicamente Buenos Aires ciudad. Lo tanguero y su lenguaje funcionan en un grupo reducido de gente de Buenos Aires. Hay palabras que funcionan en todo el país, pero no son tantas. Cada provincia tiene su propia habla o adaptaciones lingüísticas.
Además, el “lunfardo”, sin ser extremo, puede comprenderlo gente de 40 o 50 años para arriba. El lunfardo se renueva todos los días. Los jóvenes (de menos de 18, 20 o 25) tienen su propia habla, vocablos y palabras, que se integran o no al lunfardo, que mejor cabría denominar “habla de los argentinos”. Además, la delincuencia y muchas profesiones y oficios generan su propia habla, como ha de suceder en todos los países.
«De modo tal que tú eres, para mí, la Francesita Apasionada. Es decir, Leslie Caron haciendo de chica educada en Francia. O eres, para mí, una chica más pequeña que Juliette Binoche (la actriz, que, además está casada también con un argentino, director de cine. Con un argentino, como el tuyo)
OTRO OCCIDENTE
¿El Otro Occidente? ¿Me preguntas que es eso que digo sobre «El «Otro Occidente». Bueno, es un concepto que aquí resulta muy revulsivo al Poder, las clases altas u oligarquía. Entre otros, lo han planteado el italiano Antonino Infranca, de formación maxista, y aquí Enrique Dussel, un pensador de formación cristiana. Es una mirada que causa mucho malestar. Algo así como “volver a Marx” con “nuevos ojos”. Otra aplicación a la materialidad histórica de este territorio.
“Occidente” es un concepto inventado por el llamado Occidente. En China no se divide el mundo en Occidente y Oriente. Si hablas con un chino te dice Oeste y Este. Occidente es una categoría cultural e histórica inventada en Europa, para distinguirse –y situarse en diferencia- con los hindúes y achinados.
«Nosotros, tú, yo, Europa –los no asiáticos- somos en verdad el Oeste. Los asiáticos son el Este. Los eslavos son el Este de Europa. Los europeos del Oeste son indoeuropeos con mezcla de pueblos bárbaros. Ustedes proceden de los francos, pueblo bárbaro. Y los galos. Los británicos proceden de los sajones, los anglo, los jutos, todos pueblos bárbaros, que invadieron la isla y mataron los primitivos britanos, que no hacía tanto andaban desnudos y pintarrajeados. Antes habían estado los romanos. Cuando Roma se cruzó a la isla de Britania los “ingleses” iban desnudos con el cuerpo pintarrajeado. Los españoles proceden de los Godos, los visigodos, otro pueblo bárbaro. Toda Europa es de procedencia bárbara, a partir del siglo IV. Los eslavos, al Este, son otra cosa. Los bárbaros bajaron del norte, escandinavos y germanos.
«Los descendientes de los anglos y los sajones llegaron a América del Norte. Los estadounidenses actuales son anglo-sajo-americanos. Procedencia bárbara. Aniquilaron a los pueblos aborígenes y esclavizaron a los pueblos de África.
«América latina procede de España. Hay una herencia Goda en nosotros, es la herencia marcial, militar, bárbara. A eso debes sumarle la tradición más reaccionaria y retardataria de la Iglesia Católica, al contrario que en Francia (tu país). La de aquí es una iglesia católica franquista, de Franco, el dictador español, vinculada a militares trogloditas y terratenientes (la oligarquía). Aquí los godos asesinaron a todos los aborígenes, salvo los del norte, pero por incidencia de la población de los países limítrofes.
«Bueno, el “Otro Occidente” es el Otro Oeste. El de tradición latina y no sajona o germana. Procedemos de los griegos, romanos, de la pobreza de España (que nunca tuvo Revolución Industrial, como sí Uds, los franceses, Inglaterra y Alemania). Tenemos de idealizadores apasionados como Quijote y de lo indomable del aborigen y de la rebeldía del gaucho fuera de la ley. Procedemos de los pueblos originarios de profunda sabiduría ancestral y antitecnológicos pero diestros en larga subsistencia en condiciones extremas, por siglos y siglos. El mestizaje europeo y aborigen permaneció más en Méjico (América del Norte) y en nuestro Subcontienente en Bolivia, Perú, Ecuador, Paraguay. Aquí en Argentina la absorción fue casi total.
«Argentina desde 1880, después de aniquilar a los aborígenes, robarles sus tierras y exterminar u absorber al gaucho (el criollo rebelde), fue “blanca”, occidental a la europea, “caucásica”. Vinieron españoles e italianos entre 1880 y 1950 (en realidad querían que vinieran británicos y germanos). Pero desde hace cinco décadas se vive un pronunciado mestizaje, un nuevo mestizaje. Los más cobrizos de las provincias del norte argentino y los compañeros de Bolivia, Perú y Paraguay, bien cobrizos, hijos de Incas, del imperio Incaico, van poniendo moreno al “blanco” argentino nieto de italianos y españoles. No dividimos entre afros y europeos sajones como en Estados Unidos.
«El “Otro Occidente” es el Otro Oeste. América, sobre todo América Latina, América del Sur. Nosotros no tenemos nada que ver con los estadounidenses, aunque su cultura pop y tecnológica, de raíz sajona-germano europea, fascine.
«No crean ustedes (como casi todos acá) que Occidente es sólo Europa y Estados Unidos. El Otro Occidente, el Nuevo “Occidente”, en verdad, para no discriminar, el Nuevo Oeste somos nosotros, aquí, en América latina. Argentina es la Atenas de América del Sur. Buenos Aires desde hace al menos 100 años es un hervidero de ideas, y con una gran politización desde siempre. El argentino discute, acciona, critica, se pelea, se agita, inventa constantemente nuevas formas de resistencia y rebeldía social. Tanto que en Europa y Estados Unidos se organizan tours de turismo –también en Francia- para estudiar esas originales expresiones de lucha y activismo social y político.
«El peronismo, el movimiento político de Perón, es original. No existe algo parecido en el mundo. Por eso ni norteamericanos ni europeos lo entienden. Es original y originario. A veces más reaccionario, a veces más revolucionario de transformación social. Argentina es el único país del mundo que tiene Universidad gratuita (y desde hace 65 años). Tenemos hoy 40 universidades públicas gratuitas, desde 1948. No existe algo igual en el mundo, ni siquiera en la antigua URSS. Este gobierno, el kirchnerismo hizo la proeza de crear nueve, ¡nueve! universidades nacionales públicas gratuitas. Yrigoyen, gobernante bien popular, fue simultáneo a la Reforma Universitaria, que en 1918 permitió que estudiantes y graduados, junto a los profesores, condujeran las universidades con independencia del Poder Ejecutivo, una avanzada total en el mundo. Y en 1949 Perón, algo que nunca se recuerda, derogó cualquier tipo de aranceles en las universidades, para que los hijos de los obreros pudieran estudiar y ser profesionales. Permanece hasta ahora. único en el mundo.
«¿Entiendes? Somos otro “tipo” de occidentales. Además, tenemos la materia prima y los alimentos para todo el mundo. Podemos subsistir sin el mundo. Se puede vivir sin televisor ni satélite ni cohetes intercontinentales, pero no sin trigo, carne y agua. Tenemos el mayor reservorio de agua del mundo, y además situado en la Argentina. Tenemos todos los metales. Tenemos petróleo (en Venezuela).
«Es probable que Europa, “vieja ramera” de Estados Unidos (es una vieja y viciosa puta, así la han definido ustedes) haya olvidado las tradiciones griegas, Renancentistas y de la Revolución Francesa. Francia con Sarkozy (el marido de la pulcra, rica y linda Carla Bruni) destruyó Libia e hizo linchar a Khadaffi. Un acto horrendo propio de pueblos bárbaros, nada más que supertecnologizados. Eso habla de un Occidente en alto deterioro moral y político. La única posibilidad es América latina, si la dejan y no fomentan los golpes de Estado.
«Francia enseñó a torturar a nuestros militares, la famosa “Escuela Francesa” (experimentada contra Argelia, primero, y también contra Indochina o Vietnam). Francia le pasó la Escuela Francesa de tortura a Estados Unidos para Vietnam. Y de allí vino a Argentina y América latina. Los militares franceses fueron los primeros que entrenaron en picana eléctrica y “submarino” (cabeza en tanque de agua) a los torturadores argentinos que desaparecieron a 30 mil militantes políticos y sociales, solo aquí en Argentina, más 4 mil en Chile y unos 1.000 en Brasil, sin contar las tragedias históricas de Paraguay, Bolivia y Perú.
«Pero tú eres la impoluta Francesita Apasionada. La piba linda francesita que gustaría a cualquier argentino, y sobre todo porteño.
«No obstante, también quiero aclararte que las mitologías tangueras y cultura (literaria y pictórica) parisinas de los artistas argentinos y porteños, desde hace unas dos décadas han sido casi del todo reemplazadas por la “cultura Miami”. La mayoría no sueña con París, que habíamos sacado de las películas de Hollywood con Gene Kelly (“Un americano en París”), de las antiguas vanguardias artísticas, de las cocottes y prostitutas francesas hasta 1930 y de las tarjetas postales y paquetes de turismo comercial, con el Sena y los “románticos” clochards. Ahora muchísimos sueñan con Miami. Shopping en Miami. Cambiaron París por Miami, hace unos 30 años.
«Pero susbsiste una fuerte corriente original, que combina de modo fabuloso todo lo que llega y se hace moda y luego lo traduce en cuestiones y acciones estéticas, literarias, sociales y políticas absolutamente originales. Lo único que nos puede parar son los golpes de Estado patrocinados por EE.UU. y Francia-Inglaterra-Alemania y las movilizaciones sociales reaccionarias fomentadas por la CIA y los grandes diarios.
Está todo por definir.
Tu cuento (sobre los desaparecidos)
«Me gusta la forma breve. Tienes algunos errores gramaticales (la sintaxis, bien) que son fáciles de enmendar o corregir. El tema con el que te has metido, el tema que has abordado, no es fácil.
«¿Cuándo dices “llevada”? ¿Te refieres a desaparecida política de la última dictadura militar? No se usa “llevada”. Solo, que yo sepa, “desaparecida”. Es una palabra muy fuerte y creo que tiene larga vida: otro “invento” argentino. Si has querido usar una sugerencia o eufemismo, no resultó. “Se la llevaron” los militares a veces se escucha entre gente muy entrada en años y “apolítica” (de derecha, o temerosa de derecha vulgar).
«Mencionar a Alfonsina Storni al con respecto al suicidio en el mar, es otra cuestión muy difícil de tratar. Está muy tratada. Para abordar el tema de Alfonsina hay que dar una nueva mirada. Además, Alfonsina se suicidó en el mar y los desaparecidos fueron lanzados al Río de la Plata. Cierto que algunos más adentro y que algunos cadáveres aparecieron en playas de mar, en la costa de la provincia de Buenos Aires. No obstante, allí el paralelo (con el común del “agua”) es equívoco, aprecio.
«La idea está y es buena. Pero te has interesado, fascinado con un tema arduo, que hay que tratar con mucha crudeza y a la vez con mucha sutileza de estilo. Aún no se encuentran palabras aquí en la narrativa argentina de ficción.
«Pero la idea, está. Me permito darte un consejo: escribe como francesa, escribe “desde afuera”, escribe como ves como francesa lo que sucede o sucedió entre nosotros. Ejemplo: no menciones a Alfonsina como modelo de melancólica tragedia en el agua. Habla de qué impresión tienes o te da que los argentinos permanezcan pegados a esa imagen. Escribe como francesa. Mira con tus ojos de Francia. A favor o en contra, pero “mirada de Francia”.
«Después, con los años lograrás profundizar lo “argentino”, que quizás hoy no sea tanto el tango como la cumbia. Estudia y baila cumbia, cumbia argentina de las villas miseria y no cumbia colombiana, peruana o ecuatoriana. ¡Cumbia, mi Negra! ¡Cumbia, mi Negra sabrosona, pura miel! ¡Mueve las caderas! Permítemelo: “¡Mueve bien el culo, tus nalgas, que buenas las tienes!” Y sí, baila tango también, y muestra tus caderas y tus muslos y pantorrillas en medias negras y tacones. Apretújate bien en el franeleo de las piernas.
«Te aclaro: no sé bailar tango ni cumbia. Cumbia sabía, hace años, ahora lo olvidé. Extraño.
Un beso para la Francesita.
Amílcar
«LA FRANCESITA APASIONADA» se llamó aquí un filme musical de 1955 titulado en el inglés original «Daddy Long Legs» («Papaíto piernas largas»), con Fred Astaire y la entonces jovencita Leslie Caron. Él hace de un bon vivant y dandy, millonario, norteamericano, elegante y culto, que de buenas a primeras, acostumbrado al jolgorio de una lujosa soltería, se debe hacer cargo de la presencia de la hija -Leslie Caron- de un -creo- antiguo amigo. En la niñez, el la recluyó en una jaula de oro, y la hizo educar en un carísimo instituto de señoritas en Francia. Concluída su educación formal, Astaire, no acostumbrado a ataduras, debe «hacerse cargo» en persona. Ví «La francesita apasionada» cuando su estreno, siendo niño, y como con tantas otras películas quedé deslumbrado y en brumas durante días y semanas. Por supuesto yo era Fred Astaire, en esa época como con 50 años más que yo. En el fragmento que incluyo -que, creo recordar- ya cité alguna vez, Astaire y Leslie hablan en el balcón de una lujosa suete en Nueva York. De pronto, a los 3 minutos 20 segundos él se pone a bailar y detrás ella. Antes, él ha cantado un célebre y hermoso tema de Johnny Mercer, «Alguien tiene que ceder» (como suele pasar en el amor). A partir de esos 3 minutos 20 segundos se ingresa en un mundo deslumbrante, que no existe. Hay que prestar mucha atención a los 5 minutos y algo más cuando Astaire abre una lujosa puerta cinco estrellas y se encuentran ambos bailando en las calles iluminadas de New York de mediados de los 50 del siglo pasado.
Hace unas semanas, una modelo muy enojada, enfurecida, para herirme creo, me recriminó en forma de pregunta «¿Es que vos no podés diferenciar la fantasía de la realidad?». No le contesté nada. Pero, no, no puedo. Desde que ví toda esa gran cantidad de películas desde los 3, 4 o 5 años, con gente que bailaba o hacía dramas en Hollywood o Francia o Argentina no pude diferenciar más la fantasía de la realidad. Y en verdad, no me quejo. (AMÍLCAR MORETTI)
Admirable pàgina en todo sentido. En lo conceptual, con gran poder de síntesis para abordar historias de estos y anteriores tiempos, con elogiables prosa y con memorables aportes musicales y artìsticos.
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Otro gran trabajo, maestro. Muchas gracias (espero que la francesita no se enoje por la infidencia, pero resultó la causa -o musa- de esta página extraordinaria).
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Espero que lo entienda, estoy seguro que sí.
Es muy inteligente y está recopada con la Argentina.
¿Viste cómo son las cosas?
De cualquier modo no la pueden perjudicar aquí. Es anónima.
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Y agrego, a propósito de la Francesita: y si alguien la perjudica, la defenderé de frente y se hará público.
Algo similar ocurrió hace un tiempo atrás con una modelo que hizo sesiones conmigo. Le expliqué en público al barrio entero y puse mi laburo, rostro, esfuerzo, dinero y compromiso y riesgo en defensa de ella. Todo gratis y sin beneficio alguno, salvo sentirme bien conmigo mismo.
Invité a todo el barrio a visitar el Museo Nacional de Bellas Artes. Yo pagaba la entrada y un helado -a la salida- para los chicos.
Y cada uno podría con nombre y apellido dar su opinión sobre los desnudos femeninos de nuestro gran Museo, por ejemplo «El amanecer de la Criada», de Sívori, gran pintura. Y todo se haría público. Lo leerían 40 mil personas en un solo mes.
Entendieron el valor del trabajo de mi modelo y no hizo falta más. En el fondo, buena gente pero con la cabeza a veces confusa por la televisión gorila.
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