
Panorama político
INCOMPATIBLES
Por Luis Bruschtein
«Hay cosas que son incompatibles. Por ejemplo, no se puede hacer un discurso patriótico sobre la Fragata Libertad y justificar a los fondos buitre.
O no se puede declamar independencia del Poder Judicial y aceptar regalos de Clarín o ejecutar procedimientos legales que favorecen al emporio que se resiste a cumplir el artículo antimonopolio de la ley de medios. En nombre de ese mismo principio no se puede rechazar a los aspirantes a juez que tengan antecedentes de militancia política o que hayan sido funcionarios y aceptar a todos aquellos que tienen relaciones evidentes con el poderoso e influyente multimedio. Tampoco se puede, tras ocho años de apoyarlo, criticar al Gobierno porque “no hizo nada por los trabajadores y por los derechos humanos”, como se escuchó decir al moyanismo en su campaña contra la ley de ART. Y no se puede reivindicar un “periodismo de información” y calificar de puta a la primera persona que descree de esa información.»
«En realidad, como poder, se puede, pero una de las dos acciones desmiente a la otra. No se puede en ese sentido, porque daría la impresión de que una de las dos afirmaciones es una mentira. Estar contra el Gobierno no tiene por qué implicar que se está a favor de los fondos buitre, a favor de Clarín o hablar de posibles alianzas con el centroderecha del macrismo. El que lo hace está eligiendo, nadie lo obliga.»
(…)
«Entre los discursos contradictorios de esta semana sobresale el de algunos medios sobre el embargo de la Fragata Libertad en Ghana. Exaltaron el valor simbólico del buque escuela de la Armada Argentina, exageraron las contrariedades que supuestamente sufrieron los tripulantes varados y finalmente justificaron a los fondos buitre.
«No se puede hablar de patriotismo y justificar la usura internacional ejercida contra la patria que se exalta. La forma usual de agredir a la soberanía de las naciones ha sido a través de la subordinación económica. Se les dice fondos buitre porque se alimentan de carroña, igual que la usura. Compraron por centavos bonos incobrables que habían enviado a la quiebra al país que los emitió por los altísimos intereses que pagaban. Eran bonos de alto riesgo. Mientras funcionó, sus dueños se llenaron los bolsillos y saquearon los de los argentinos. Pero semejantes tasas no podían durar eternamente. Era un negocio de riesgo y finalmente quebró. Son las reglas de juego. Los bonos se cayeron, pero Néstor Kirchner les ofreció una alternativa razonable para cobrarlos. Más del 90 por ciento de los acreedores aceptó, pero una ínfima minoría prefirió vender los bonos a estos fondos especulativos.
«Lo que hacen estos fondos es lo más parecido a la usura internacional. Compraron por centavos y quieren que les paguen millones. Tienen mucha plata y mucha infraestructura. Pueden comprar jueces, periodistas, legisladores, funcionarios y abogados en todo el mundo y no les importa si llevan a la ruina a pueblos enteros. Hubo una campaña en los medios opositores que trató de darles a estos usureros una imagen de respetabilidad, de acreedores sensatos frente a la irresponsabilidad de los deudores argentinos. Por cierto, hubo deudores irresponsables. Fueron los gobiernos que esos medios apoyaron y que tomaron esa deuda impagable.
«Al mismo tiempo que se rasgaron las vestiduras por la situación de la fragata en Ghana, atacaban al Gobierno y justificaban a los fondos buitre que habían embargado el buque. Si justifican a los fondos buitre quiere decir que no les importa lo que suceda con la fragata o sus marineros, a los que usan por simple demagogia.»
(por LUIS BRUSCHTEIN. Fragmentos de su nota «Incompatibles», aparecida el sábado 27 de octubre 2012, en el diario «Página/12» de Buenos Aires. Leer nota íntegra en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-206529-2012-10-27.html )

Lunes 5 de noviembre 2012. 0 horas. Argentina.