Como nos ven afuera, hoy: «Ustedes, los argentinos, siguen adelante, tienen cintura para sortear los obstáculos. Eso es invalorable.»

Manuel Borrás, de Pre-Textos. Editor español.

           «Ustedes, los argentinos, siguen adelante, tienen cintura para sortear los obstáculos. Eso es invalorable». En cambio, nosotros, hoy en «Europa vivimos un momento especialmente perverso…», «les hemos dicho a los jóvenes que el mundo era de ellos y se lo hemos retaceado, obligándolos al paro (desempleo) y a perder toda esperanza.»

          Son palabras del valenciano Manuel Borrás que hace 35 años fundó Pre-Textos, una de las editoriales independientes (no perteneciente a grandes corporaciones multinacionales) más importantes de España, con más de 1.000 títulos «vivos», es decir, en disponibilidad. Es la editorial que tradujo al castellano en España por primera vez a Deleuze, Derrida, Bataille y su peso en la industria del libro ha llegado a un nivel tal que hace ya unos años una multinacional, declara Borrás, quiso comprarla a muy buen precio ya sea para sacarla del camino o bien apoderarse de los derechos de publicación de su nutrido catálogo.

           Manuel Borrás, al tiempo que reconoció que las grandes editoriales de España y Europa, sobre todo desde los años 90 del cavallo-menemismo, no sólo compraron a las más antiguas y tradicionales editoriales argentinas, sino que impusieron en simultáneo una lista de libros homogénea regida por razones comerciales (publicar los libros con posibilidades de venta masiva -lógicanorteamericana del best-seller- y no los mejores ni a los autores más destacados o nuevos escritores).

          «Es una aberración que si un libro en seis meses no ha vendido lo esperado se convierta en pasta de papel», dijo Borrás a la Revista «Ñ», según se publica en la edición del sábado 8. Una aclaración para quien no conoce el mundo editorial y de libros: la edición mundial en la era global-financiera apunta a publicar los mismos libros en todo el mundo y en lo posible aquellos que tengan venta asegurada. Se impone así lo comercial y no lo mejor, al tiempo que se uniformiza la mentalidad. Hoy, si un libro no se vende en un tiempo determinado -salvo algunos casos especiales- no se conserva -como hacían las tradicionales editoriales argentinas antes de Menem- sino que se recicla como pasta de papel. Otra forma de quebrar la tradición cultural de una nación y de generaciones enteras, que pierden contacto con títulos y autores que no podrán leer nunca más.

          «Hoy en día que en Europa vivimos un momento especialmente perverso, en que la sociología precede a la verdad y se nos resta entusiasmo por todos lados, les hemos dicho a los jóvenes -mejor formados que nosotros, por cierto- que el mundo era de ellos y se lo hemos retaceado, obligándolos al paro y a perder toda esperanza. Mientras tanto, ustedes, los argentinos, viven permanente en crisis y, sin embargo, siguen adelante, tienen cintura para sortear los obstáculos. Eso es invalorable», aprecia Borrás.

          «… somos unos neo-colonizadores culturales. Y esto no vale  sólo para el ámbito del libro, sino para muchos otros ámbitos culturales vinculados con el mundo empresarial en general. Pero circunscriptos al libro, las multinacionales desembarcan en un país, publican de ese país sólo lo que juzgan rentable y te abruman con lo que traen, que sólo representa de manera exigua lo que existe en origen, sin llevarse nada. Y no es sólo cosa de Planeta o Alfaguara. Vé tú a conseguir un libro de Fabio Morabito en Barcelona publicado por Tusquets de México y ya me contarás. Es una aberración. Como es un aberración que si un libro en seis meses no ha vendido lo esperado se convierta en pasta de papel. Así se mata a las gallinas de huevo de oro». «Nunca vais a leer en Argentina un autor peruano o boliviano publicado por la misma multinacional con filiales en Perú o Bolivia». Además, las editoriales españolas prefieren comprarles un proyecto a los franceses o a los alemanes y no generar proyectos o iniciativas propias «porque existe un gran provincianismo cultural del cual ni ustedes, ni México, ni Colombia, tampoco se salvan».

             Cabe señalar que durante los años 30, 40 y los 50, y mucho en los años 60 del siglo pasado hasta el advenimiento de las dictaduras militares latinoamericanas, Argentina y México eran los principales países en materia de ediciones en español y traducciones. España, sobre todo durante el período oscuro -40 años- del franquismo se alimentaba -muchas veces clandestinamente- de libros argentinos o mexicanos. Después del conservadurismo que devastó el país y estalló en el 2001, no había quedado nada de ese capital cultural argentinoy, por el contrario, se invirtió la situación que, poco a poco, parece querer volver a su situación original.

(de revista «Ñ», sábado 8 de octubre, pág. 22. Buenos Aires, Argentina).

(Consignado por Amílcar Moretti, martes 11 de octubre 2011. Argentina).

Autor: Amilcar Moretti

AMILCAR MORETTI: Escritor, periodista y fotógrafo Sitio web central: ERÓTICA DE LA CULTURA www.moretticulturaeros.com.ar Desde el 2010. Buenos Aires. Mi mail: amilcarmoretti@hotmail.com Escritor de periodismo y fotógrafo de desnudo femenino en situación cotidiana.Crítico de cultura, cine, arte y sociología de lo cotidiano durante cuatro décadas en el diario EL DIA (www.eldia.com) de la Argentina. Creador en el 2010, autor y titular del sitio ERÓTICA DE LA CULTURA magacine de cultura, erótica y política. Blog complementario: htpps://amilcarmoretti.wordpress.com AMILCAR MORETTI Writer, journalist and photographer Central website: EROTICA OF CULTURE www.moretticulturaeros.com.ar Since 2010. Buenos Aires. Mail: amilcarmoretti@hotmail.com Journalism writer. Female nude photographer in an everyday situation. Critic of culture, cinema, art and sociology of the everyday for four decades in the newspaper EL DIA (www.eldia.com) of Argentina. Creator in 2010, author and owner of the site ERÓTICA DE LA CULTURA magazine of culture, erotic and politics. Complementary blog: htpps://amilcarmoretti.wordpress.com

5 pensamientos

  1. Es de esperar que ahora, en los nuevos tiempos que vivimos, la Argentina, como antaño, recupere su mejor identidad en los diversos temas culturales. La esperanza tiene basamentos firmes en las cuestiones educativas, artìsticas, culturales y hssta deportivas, que no se contradicen entre sí.

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    1. La única defensa perdurable en Argentina es la escuela pública, la cultura creativa, el espíritu de descontento e informalidad constante, la improvisación, el hospital público, o lo que quede de ello. Por ahora, y no queda mucho tiempo, hay que ganar tiempo y avanzar en el terreno, es decir, abrir fábricas y talleres y dar dinero para educación pública, porque aún en medio del desorden o la improvisación es la única posibilidad popular frente a lo que, vislumbro, ha de sobrevenir como contraofensiva una vez que no esté Obama y emprolijen algo en Iran, Libia y Cisjordania. Lo de Irán es un polvorín que nos va a salpicar a todos. El destino de Venezuela, igual. Y para mantener nuestra unidad interna, otro factor central en nuestra defensa, me temo que deberemos tragarnos unos sapos del tamaño de cocodrilos. Si se logra esto, y sobrevivimos maltrechos, puede ser que haya esperanza para la equidad. De lo contrario, será la miseria total: el sueño-pesadilla de los Cavallo-Martínez de Hoz. Los que consideran que esta visión es pesimista son los que creen que la vida es consumir autos nuevos, veranear en Brasil y a lo sumo ganar elecciones cada cuatro años (aunque muchos ni siquiera crean esto necesario).

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    1. Sí, es sombrío al ataque que, desde hace 4 décadas, se lleva a cabo contra la escuela, el taller o fábrica y el hospital público de Perón. Pero, hay que pervive: la protesta, el descontento, aún la queja… Sólo que hay que saber encauzarla. Cristina lo ha manejado bien.

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    2. Sí, es sombrío al ataque que, desde hace 4 décadas, se lleva a cabo contra la escuela, el taller o fábrica y el hospital público de Perón. Pero, hay algo que pervive: la protesta, el descontento, aún la queja… Sólo que hay que saber encauzarla. Cristina lo ha manejado bien.

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